¿Por qué invertir en dividendos?

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Estrenamos un nuevo diseño en el Inversionador con una entrada diferente, y es que no es para nada intrascendente, una vez decidido que debes hacer algo con tu dinero, cuestionarse por qué invertir en dividendos y no en otra manera de generar dinero, como acciones de crecimiento y/o otras cosas así.

Yo quiero decir que lo más importante es lo primero, decidirse, y lo digo con conocimiento de causa, dado que tardé media vida en darme cuenta. Todo lo demás, viene con las circunstancias de uno, no solamente por su situación económica derivada de la laboral y privada, sino de su coyuntura mental. Y además es lo de menos. Que cada uno haga lo que quiera con su maldito dinero.

Esta entrada la hago sobre todo para exponer los motivos por los cuales creo que este tipo de inversión es la más adecuada para mí, y por qué la sigo.

No tienen porque coincidir con los de otro inversor en dividendos, aunque sí que es cierto que es bastante probable que así sea.

De manera general, hay dos tipos de empresas que reparten dividendo; las que tienen una rentabilidad por dividendo que consideramos alta, pero poco crecimiento, y las que incrementan el dividendo a ritmos de doble dígito anual, pero cuya rentabilidad es inferior. De todos modos, sin embargo, cada empresa es un mundo y no es difícil encontrar compañías que cumplan ambos puntos o ninguno de los dos.

Razones para invertir en dividendos

Hay distintos motivos que me han hecho decantar por este tipo de inversión, así que voy a nombrar los que me parecen más relevantes.

1. Los dividendos aumentan el rendimiento total de la inversión

La contribución de los ingresos por dividendo al rendimiento total del índice S&P 500 promedió el 40%, lo que significa que estos jugaron un papel muy importante para los inversores de este tipo de estrategia. Indicar que, sobre todo, su aportación se notó mucho más en las décadas con menor rendimiento por revalorización de las acciones.

Past performance does not guarantee future results. Indices are unmanaged and not available for direct investment. Dividend-paying stocks are not guaranteed to outperform non-dividend-paying stocks in a declining, flat, or rising market. For illustrative purposes only. Fuente: Fondos Hartford

Para mi esto es muy significativo, dado que saber que estos siempre sumarán, aporta tranquilidad en mi toma de decisiones de las compañías que selecciono para mi cartera.

2. Fuente de ingresos pasivos

Este y el siguiente punto van en la misma línea, dado que los dividendos que reparten las compañías son generalmente, y principalmente si haces bien tu trabajo, bastante fiables. De este modo, nos aseguramos no solamente de recibir ingresos pasivos, sino además, la posibilidad de reinvertirlos ya sea en la misma compañía o en otra.

Esto, que puede parecer trivial, se vuelve primordial tanto en los primeros compases de la vida de un inversor, como en los últimos. Mientras que en los inicios, reinvertir los dividendos en la compra de acciones mejorará el interés compuesto de cara al futuro, permitirá en cualquier fase de la inversión disponer de un dinero en efectivo para destinar a gusto del consumidor. En este sentido, mucha gente que alcanza la libertad financiera utiliza los dividendos para sufragar los gastos de su vida cotidiana. Yo no la alcanzaré, pero doy por sentado que, si llego a la jubilación, serán de gran ayuda en el mundo de mierda en que viviré.

Saber que vas a obtener un retorno a pesar de la cotización, mentalmente, también en de gran ayuda.

3. Menos volatilidad y riesgo

No saldrá de mi boca que invertir en dividendos esté exento de riesgos, sin embargo, mi opinión és que respecto otras estrategias de inversión en acciones sí que conllevan tanto menos volatilidad como riesgo. La cotización de este tipo de acciones se ve mucho menos afectada ante una caída del mercado que, por ejemplo, las acciones de crecimiento.

De manera intrínseca aportan cierta tranquilidad a la cartera de uno y, sinceramente, en muchas ocasiones hablamos de la gran mayoría de los ahorros del inversor. Para los pobres como yo no es un tema baladí que en los temas económicos haya la posibilidad de experimentar cierto sosiego incluso en mercados bajistas.

4. Toma de decisiones más sencilla

Tampoco saldrá de mi boca que invertir en dividendos es sencillo. No lo es. El tema es que, por norma general, es más fácil discernir los motivos que nos llevan a adquirir una compañía que reparte dividendo que, siguiendo con el ejemplo de las acciones de crecimiento, una de esas.

Es todo más estable; la inversión nunca será un 2+2=4 pero teniendo algunos parámetros claros que analizar, pienso que, sin duda, es más fácil hacerlo con este tipo de acciones que cualquier otra. Yo, por ejemplo, invertí en una compañía growth basándome en algunos parámetros y ya llevo más de la mitad de la inversión perdida. No creo que sea casualidad.

5. Menos tiempo siguiendo el mercado

Hace poco me he abierto un twitter de El Inversionador y a pesar de que soy el tipo menos apto para llevar una red social, me flipa la cantidad de tiempo que destinan a hablar de sus inversiones o las de los demás muchos de sus usuarios. Estan todo el día mirando resultados y cosas por el estilo y, solamente el tiempo que destinan a compartir sus reflexiones en internet, es algo que yo, sencillamente, no puedo hacer. Sé que muchos lo hacen porque les apasiona el tema o ganar suscriptores y toda la mandanga, y yo en cierta medida también disfruto del tema, pero con sentido común.

Claro que, a lo que me refiero exactamente, es a la fase de análisis y seguimiento de las inversiones. No voy a mentir diciendo que apenas llevo el seguimiento de las mismas, pero des de luego el tiempo que este tipo de inversión requiere es ínfimo respecto cualquier otro, o eso creo yo. La mayoría de días la cotización subirá o bajará rangos normales y prácticamente nunca tendrás que tomar una decisión drástica en cuestión de minutos o se irá todo a la puta mierda. Basta con seguir resultados y poca cosa más.

6. Yo me lo guiso, yo me lo como

Si estoy en la autopista y yo no voy al volante, sufro. Sufro como un condenado en un avión y os aseguro que estaría más tranquilo si estuviera en la cabina aunque lo único que supiera respecto pilotar un avión fuera lo que he aprendido en algun juego random de guerra.

No me gusta delegar, y siquiera pensar en encomendar la tarea de aumentar mi patrimonio a otra persona, me pone enfermo.

Ante esa tesitura, la relativa despreocupación de esta estrategia es la única maldita manera en que alguien como yo pueda entrar al mundo de la inversiones. No hay tu tía.


Pienso que son razones nobles y suficientemente importantes como para tenerlas en cuenta a la hora de decidir dónde poner tu dinero a trabajar. Por todo ello, la inversión en dividendos es sin duda la mejor opción para mí, y por eso he pensado en hablar de los motivos.

No sé si alguien está de acuerdo con ellas o me quiere criticar por alguna de ellas. Aquí estoy, dispuesto a dialogar.

¡Hasta la próxima!

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